Jefe Arvol Looking Horse y Yolteotl

Jefe Arvol Looking Horse y Yolteotl
En su visita a México del Jefe Arvol Looking Horse, (Guardián de la Pipa Sagrada de la Mujer Búfalo Blanco desde la 19ava Generación del pueblo Lakota/Dakota/Nakota Oyate) Yolteotl tuvo la oportunidad de presentar su trabajo, momento especial para el grupo por el acercamiento que hubo a las enseñanzas de las culturas del norte... como en el pasado se volvio a sentir la hermandad entre los pueblos.

viernes, 29 de julio de 2011

20 años de danza en Neza

20 años de danza en Neza
Lic. José Enrique Veladiz Meza
(Danzante del O.K.A.T.,Músico del
Grupo Yolteotl) 
La recapitulación del aprendizaje de la danza es evento que genera un recorrido de imágenes mentales, libre asociación de ideas en tres dimensiones espacio – temporales, es decir; un brinco entre los compartimentos de la memoria, pararse y salir de uno mismo.
Una primera imagen de la danza, la ubico a lo largo del camino que va desde el zócalo de la ciudad de México hasta ichcateopan de Cuauhtémoc, cuando los danzantes iban abriendo camino, tal y como se hacía siglos atrás anunciando la llegada de algo importante. El grupo de danza se adelantaba y saludaba a los cuatro rumbos, rítmicamente se movían acompañados del huehuetl.
Luego, ya entrada la noche y después de salir de Taxco, se unían a la carrera de relevos que llevaba el fuego de la mexicanidad a la cuna de la nación, al lugar de origen del joven abuelo.
Sería el año de 1987 cuando vi por primera vez con detenimiento a los danzantes, el atuendo y la serie de movimientos rítmicos que hacían ensoñar a los observadores, remontándolos al glorioso pasado, autóctono y de sabiduría inteligente.
El viaje energético que se hace a lo largo de todo un día, genera indudablemente la segregación de endorfinas para el practicante de la carrera de relevos así como para el danzante, son dos formas de practicar las antiguas disciplinas que servían como herramientas del perfeccionamiento del ser humano.
Imaginar el resultado de la suma de 20 años, de practicar con fervor y devoción un arte como la danza, sin lugar a dudas debe de poner a quien lo haya logrado como uno de los más aventajados en el conocimiento de sí mismo.
Es por eso que la tarea de ligar ideas, experiencias de los años se presenta como una oportunidad de ungir con destellos aromáticos del tezkatlipoka negro al camino del conocimiento, refrescar el presente y dejar de lado los avatares culturales.
Desde mi experiencia entonces, la idea principal con la cual ligaré las prácticas será: “disciplina” contextualizando la palabra en el método para lograr la iluminación del tezkatlipoka blanco, es decir hablar desde el pensamiento, engarzando como cuentas de collares las enseñanzas de los maestros que durante estos años han tenido a bien permitirme estar a su lado.



Como continuador de la tradición estableceré mi parecer acerca de la danza y música hecha con instrumentos de origen Anahuaka, sus aplicaciones actuales y daré al lector los posibles orígenes de cuanto se ha logado hacer durante estos años de investigación.
Aclarando que es una investigación de campo, como tal sigue en proceso y es referente del quehacer cotidiano para quienes vivimos en este espacio – tiempo. Buscando las vetas guías que dejaron nuestros abuelos para aprender como caminar sobre la madre tierra.
Como primer referente del camino del conocimiento de la ciencia náhuatl, planteo la salida que hicimos a Cholula, a finales de 1991. Es ahí donde mi acercamiento al Atekokolli (caracol) se da, es de manera fortuita como aprendí a sonar, o dejarme sonar por este instrumento, aunado a la experiencia climatológica y arqueo astronómica de la ITZPAPALOT (serpiente de obsidiana) en este momento solo recuerdo a Yei Ehekatl (danzante), Kuitlauak Macias y Tenamaztli como los practicantes de la filosofía náhuatl y guías de lo que sería el grupo de danza de ciudad Nezahualcoyotl.
La ITZPAPALOT, es una constelación que se ve cada cuatro años en Cholula, Puebla, llegamos con tiempo para verla, salvo que no contábamos con las condiciones del clima, en un principio estaba todo el cielo nublado, cerca de las 00:00 hrs., del 21 de septiembre de ese año nos sentimos abrumados.
Pero como en esos relatos místicos que podemos leer en varios libros, las nubes se abrieron dejando ver una silueta de mariposa y la luz de una estrella brillando como si fuera su ojo. Posteriormente el cielo completamente claro nos dejo ver las estrellas y la luna nos regalo un arcoíris doble.
Al amanecer regresamos a Ciudad Neza, y después esa experiencia cuando iba a correr en las escaleras del palacio municipal empecé a ver a los integrantes de aquella primera generación de danzantes que practicaban en la explanada, se juntaban los lunes, miércoles y viernes para aprender y enseñar.
La primer danza que aprendí fue la de Ketzalkoatl, y fueron mis hermanas quienes me enseñaron los pasos y la secuencia con la que se hace la danza. Me explicaron que el paso base siempre es constante y lo que cambia es la flor.