Aplicación de la musicoterapia con instrumentos de origen Anahuaka dentro del temazcal

Lic. José Enrique Veladiz Mezay

Aún antes, mucho antes

De que nuestro padre Sol pintara su rostro

De color rojo y que al viento le salieran pies,

La música ya encendía el corazón

De nuestro pueblo.

(Tenamaztli Tetepiltzin)

La historia velada de la grandeza de la cultura Náhuatl llega a nosotros a cuenta gotas. Con el paso de los siglos el esplendor latente de la ciencia de nuestros abuelos hace vibrar nuestra memoria sonora y trae consigo los recuerdos del tiempo – espacio.

Con sutil armonía la segregación de endorfinas por el suave murmullo de las toponimias de la lengua que floreció al paso de los siglos de tierra rodeada por sus cuatro lados de agua (ANAHUAK) nos regresa a la vibración original de nuestro instrumento – cuerpo.

Ahora, los que estamos, seremos nuevamente participes de la gran sinfonía natural, eco vibrante de la venerable mecánica del universo en movimiento, principio creador del ritmo del universo mismo.

La ciencia de Anahuak, nos abre otra vez la casa dedicada al principio creador y enseña su método de estudio, camino de conocimiento interior, plasmado de imágenes mentales que antiguamente permitieron la cerebración del hombre incompleto (TLAKATL) para mostrarnos la capacidad intelectual que alcanzaron los habitantes del lugar al centro de la luna (MEXIKO).

La fama y la gloria que formaron las mujeres y hombres de rostro y corazón verdadero, ahora resplandece de nuevo. Tal es el caso de la gran gama de instrumentos musicales que sirven para armonizar el amino de quien los ejecuta así como quien los escucha.

Se sabe, por tradición oral que nuestros pueblos autóctonos eran diestros en el ámbito musical, su educación estaba íntimamente ligada al canto, la poesía, la danza, todas ellas sustentadas por las melodías ejecutadas con los instrumentos.

Tal era el grado de conocimiento musical, que al momento de que los frailes conquistadores les enseñaron el laúd, (instrumento de cuerdas traído de España) fueron rebasados por los adoctrinados en su ejecución y composición musical, con el simple hecho de verlos tocar.

Esta insensatez cometida, ocasiono la prohibición de los instrumentos autóctonos y la limitante a sólo dos músicos por pueblo. Ley hecha costumbre, que a la fecha continua en algunas partes del país.

Antes de la llegada de los españoles al continente, la educación de los nahuas comenzaba desde muy pequeños en el Kuikakalli, (la casa del canto) la cual consistía en conocer la historia mediante los cantos, junto con la música.

Cosa sorprendente porque ahora se sabe, a partir de estudios científicos que la música:

“Permite el incremento de la atención por parte del escucha y le exige de un mayor control espacio – temporal, mejorando la concentración y equilibrando las emociones, facilitando así el incremento del coeficiente intelectual”.

Este aspecto que ya conocían nuestros abuelos, se llevo a su máxima expresión generando el Mixkoakalli, (casa donde se guardan los utensilios para la música, la danza y la poesía) lugar dedicado a investigar y construir el gran acervo de instrumentos musicales. Según relatos de Sahagún, ahí se concentraban los poetas, hombres intelectuales y cultos que además eran quienes portaban la voz del consejo.

Lugar propicio para deleitar al corazón, a partir del uso de la voz, vibración sonora que evoca los hechos del entorno mismo. Acompañada de murmullo de la naturaleza, base del equilibrio emocional.

Los cantos antiguos, relataban los hechos del entorno, aglutinando a todos los seres vivos como parte indisoluble de la naturaleza, el esplendor de la vida se entrelazaba con las imágenes que ofrecían los cantores.

Cabe mencionar que no eran como los cantores modernos, en aquel tiempo un cantor que elevaba su voz, lo hacía para compartir una visión del entorno. Un canto nahua, hoy es considerado como un tratado filosófico. Porque era compuesto desde la naturaleza vista por los ojos del hombre y regresado a ella, después de ser llevado al intelecto, prueba de ello es el siguiente:

“Ahora lo entiende mi corazón,

Escucho un canto

Y veo una flor…

Que no se marchiten sobre la tierra”

Con ello se demuestra el alto grado de intelectualidad de nuestros antepasados, que usaron su entorno para alcanzar el equilibrio emocional. Compartiendo su espacio – tiempo con los demás habitantes del planeta.

Una herramienta más que nos dejaron junto con la música, es el uso del baño de vapor al interior del TEMAZCAL, que favorece la limpieza tanto externa como interna.

Este baño, consiste en la conjugación del calor de las piedras y del agua curada con hierbas, el efecto depende del uso de la planta, entre las más comunes esta el romero, el pericón, el alcanfor.

Su efecto se ve reflejado en el estado de ánimo, a través del control de la respiración y manejo de las imágenes mentales ocasionadas por el espacio cerrado y oscuro. Antiguamente se le relacionaba al estudio del Tezkatlipoka negro, el regreso sobre sus propios pies para encontrar el sitio donde se torció el camino y mediante una recapitulación acomodar las emociones.

El proceso que se hace con la música hecha con instrumentos de origen Anahuaka al interior del Temazcal, favorece el acercamiento a las emociones y el control adecuado de las imágenes mentales, llevando a los participantes a visualizar desde su propio interior las sensaciones que tienen de sí mismos.

Usando el sonido de los instrumentos, uno por uno, ubicando su vibración al interior de los participantes, su resonancia favorece el estado de ánimo propicio para hacer un propio análisis del quehacer cotidiano.

La gran variedad de instrumentos musicales que dejaron nuestros abuelos sirve para afinar al cuerpo, si se le considera como instrumento, se puede volver a su vibración o afinación original.

El trabajo que se realiza con estas dos herramientas, la música y el temazcal permiten el manejo consciente de las emociones, a través de la sincronización de los sonidos con los diferentes órganos que componen nuestro cuerpo. La música vibra al interior y se fusiona con los aromas de las plantas.

Las diferentes puertas de nuestra personalidad son abiertas por la música, caminos infinitos en la energía del pensamiento. Escuchar un canto y ver una flor es la celebración de la vida. Cultivar el arte de vivir correctamente se convierte en una verdad irrenunciable. Premisa surgida de la eternidad amorosa de la Filosofía Náhuatl, protectora  inquebrantable de nuestra evolución. Luz inteligente en el códice tribal del Homo – Cosmo.

En un contexto internacional, la Musicoterapia es un modelo de medicina alternativa. En 1942, se fundó en Estocolmo, Suecia, el Instituto dedicado a la investigación y aplicación de esta técnica; además, existe la federación internacional, que plantea la siguiente definición:

“Es un abordaje particular del sujeto y su problemática vital, a través de sus producciones sonoras y el movimiento corporal, que está relacionado con un elemento fundamental de la música como lo es el ritmo. Entendiendo como sujeto, a una unidad bio-psico-social-espiritual”

Esta forma de terapia y su método correspondiente; basado en actividades lúdicas, diseñadas para que los pacientes perciban su propia capacidad creadora y asociarla con los demás componentes de su organismo, asignándole un significado diferente a su historia personal.

En los instrumentos musicales de origen Anahuaka, también encontramos las mismas posibilidades, aunque su efecto sonoro va más allá de la simple asociación de hechos o recuerdos que provocan alteraciones emocionales. El sonido producido por estos instrumentos despierta sensaciones internas y externas, experiencia que denota en primera instancia el estado relajante propicio para iniciar con el trabajo terapéutico.

Los instrumentos musicales hechos por las diferentes culturas asentadas en el territorio nacional, evocan sonidos de aves, diversos animales y otros elementos fundamentales de la naturaleza. Crean sensaciones que rompen el tiempo y el espacio, generando el reacomodo de la estructura molecular de quien escucha la música, a través de la sincronía melódica universal que, devuelve los sonidos, transformados en reflejos lumínicos, a la estructura acústica y dinámica del autoconocimiento.

Los instrumentos musicales de Anahuak, equilibran las alteraciones causadas por el acelerado ritmo de la vida actual; remitiéndonos a los recintos naturales donde todo es creación, origen y memoria ancestral, que no debemos ignorar.

Método

Cada sesión de Musicoterapia dentro del temazcal, está dividida en tres fases. La primera (apertura) tiene una duración de 20 minutos, esta se hace afuera, se trabaja a través de ejercicios de respiración, contracción y relajación de los músculos, acompañados con música hecha con instrumentos de origen Anahuaka.

Posteriormente, el desarrollo de la primera puerta, (20 minutos) se lleva a los participantes a visualizar cada unos de sus órganos biológicos, tal es el caso de los pulmones, a partir de preguntas directivas; ejemplificadas a continuación:

¿Cómo es el ritmo de tu respiración?

¿Por cuál  orificio nasal estas respirando?

¿Qué sensación experimentas en este momento?

¿Te puedes ayudar a tener una mejor respiración?

Vas a llenar tus pulmones (inhalar) únicamente con la narina izquierda, tapando la otra con el dedo pulgar de la mano derecha, ahora vas a vaciar tus pulmones (exhalar) por la narina derecha tapando la otra con el dedo índice de la mano derecha.

Repite este ejercicio de respiración cuatro veces…

¿Cómo te sientes ahora?

¿Cómo es el ritmo de tu respiración?

Se pueden hacer toda una serie de ejercicios de respiración, para favorecer un estado de relajación más profundo.

Posteriormente se pueden trabajar malestares emocionales, ansiedad, estrés depresión, entre otros.

Enfocando la atención de los participantes al control de su propia respiración para equilibrar su estado anímico.

Durante las siguientes dos puertas, (40 minutos) lo que se trabaja es el incremento del autocontrol de su propio organismo para afianzar su autoestima. Los pensamientos positivos que se generar durante el manejo de su cuerpo brindan las oportunidades para afrontar las ideas, imágenes, u obstáculos mentales que impiden la resolución de las diferentes problemáticas cotidianas.

La sesión termina, ultima puerta (cierre 20 minutos) con la recapitulación de las sensaciones experimentadas por los participantes, la clarificación de los efectos sonoros de la música Anahuaka, ubicando los sonidos que fueron más benéficos para los escuchas. Solicitando que realicen una bitácora para que anoten a lo largo de los días el progreso en el autocontrol de sí mismos.

Las sesiones de temazcal con música, se plantean cada quince días. Además de programas sesiones únicamente de musicoterapia una vez a la semana para que las bondades encontradas se vean reflejadas durante los quehaceres cotidianos.

Por esta razón, pretendemos, mediante la Musicoterapia dentro del temazcal, influir en la conducta desordenada del hombre moderno y devolverlo a su poderoso diseño original, latente en su intelecto y en su espíritu.

Resultados

La experiencia que se tiene del uso de la musicoterapia dentro del temazcal es positiva, los comentarios de los participantes refieren a sensaciones agradables, conexiones entre sus pensamientos y sensaciones.   

En un estado de conciencia acrecentado por la oxigenación cerebral y el control del ritmo cardiaco, las sensaciones son otras y el acercamiento  a la vibración original es tangible.

Se logra el manejo de la respiración dentro del temazcal, se generan las condiciones adecuadas para el autoanálisis, la reflexión acerca del propio cuerpo es evidente. La recapitulación que hacen los participantes acerca de su ritmo de vida les permite diferenciar entre su experiencia relajante y las consecuencias visibles de la cosificación urbana, el estrés, depresión, ansiedad y demás malestares emocionales.

El camino del conocimiento interior y personal, lleva a los practicantes a la apertura de posibilidades nuevas, el incremento en su atención y memoria son el inicio de una transformación de la visión del universo.

El estudio del tezkatlipoka negro, favorece el reacomodo de la energía y poder personal en el entramado universal. La alineación cósmica brinda la herramienta para la obtención de logros en cualquier ámbito de nuestra vida.

La música y el temazcal, son el medio para la afinación de nuestros sentidos, la ubicación correcta en la sinfonía universal.

El ser humano tiene dentro de sí un ritmo y una vibración original que le permite la vida, la sociedad moderna vive desafinada, la intensión del trabajo dentro del temazcal es ubicar a los practicantes como seres conscientes de sí mismos.

y Licenciado en Psicología por la UNAM, integrante del grupo de música Yolteotl. Profesor titular del Diplomado de Musicoterapia.

---